Nuestro hijo de 4 años suele hacernos rabietas especialmente cuando vamos al supermercado: se encapricha con todo y nos deja literalmente en ridículo. Por favor, necesito consejos prácticos y urgentes.
Esta suele ser una demanda habitual de las familias. A continuación les sugiero algunos consejos prácticos:1º. Anticiparle la situación
Antes de ir de compras o durante el camino le anticiparán lo que van a hacer. Le pueden explicar que van a ir de compras y cómo esperan que se comporte: que vaya junto a los papás y que ayude a hacer la compra…2º. Limitar el tiempo
Si su hijo presenta ese problema, deben acudir con la compra planificada, de manera que no se prolongue demasiado. Eviten si es posible las esperas largas. Si los turnos van numerados en algunas secciones, procuren continuar la compra. Si superan el tiempo de espera que tiene cada niño, aumentan el riesgo de que aparezca el mal comportamiento.3º. Hacerle colaborador
La compra se hará más llevadera si lo hacen colaborador. Pueden indicarle qué debe elegir de los estantes o qué vamos buscando. Además procuren elogiar su colaboración y el cumplimiento de las normas acordadas: “qué bien me estás ayudando, menos mal que has venido, yo sola no lo habría encontrado…”4º. Evitar los lugares críticos
Si es posible evitar pasar por los lugares “críticos”, evítenlo. Las calles de chucherías, chocolatinas y parecidas son las más tentadoras para los niños. Si no hay necesidad, eviten pasar por ellas.5º Actuar con contundencia si se encapricha
Si se encapricha con algo que no queréis comprarle decir que no con seguridad y no detenerse demasiado a razonar o no tratéis de engañarlo con “mentiras piadosas”. Ignorar sus protestas e intentar desviar su atención.Si a pesar de lo anterior, hace una rabieta en una de las calles del supermercado ignorarlo. Seguir vuestro camino como si nada ocurriera. No intentéis razonar si la rabieta ha explotado. Si podéis, pasad a otra calle. Lo más probable es que os siga. Si os sigue pero aparece con lo que quería, sin enfadarse se lleva de nuevo a su sitio y retomáis vuestro camino.
6º. El momento de pasar por caja
El paso por la caja suele ser un momento “de riesgo”: hay que esperar, hay pocas opciones para moverse y además suele haber objetos que atraen a los niños. Lo mejor es ir mentalizado. Volverle a pedir su colaboración para poner las cosas en la cinta transportadora o para guardarlas en las bolsas.En otros casos, puede ser un momento de dejarle un videojuego portátil para que se entretenga mientras pagan y guardan la compra.
Si a pesar de todo hace una rabieta porque se encapricha con algo, decirle que “no” una sola vez y después no tratéis de razonar con él. Si llora o patalea ignorarlo a él y las posibles miradas y comentarios del resto de clientes. Estáis haciendo lo correcto con vuestro hijo, una vez habéis pagado os dirigís hacia la salida.
7º. Elogiarlo y prestarle atención cuando se porta bien
A lo largo de toda la compra, lo más efectivo y preventivo es elogiar su buen comportamiento y colaboración. Además prestarle más atención cuando se está portando bien e ignorarlo en lo posible, cuando se porta mal.8º. Apoyarse con pegatinas
En algunos casos más difíciles, los padres podéis preparar una cartulina pequeña con unas casillas, ocho por ejemplo. A lo largo de la compra, se irán dando pegatinas (gomets de colores) en función de su comportamiento y colaboración, animándole a completar “el cartón”. Si lo completa le podéis ofrecer algún tipo de pequeño premio.Esta medida, puede ser de ayuda.
Lo importante del abordaje las rabietas es que ustedes no cedan y el niño no se salga con la suya. De esta forma, el niño o la niña, comprenderá que el mal comportamiento no es rentable con ustedes.
Si no se ven capaces de afrontar estas medidas, lo mejor es que cedan desde el principio, al menos, así su hijo no aprenderá a manipularles con su mal comportamiento.
¡mucha suerte en las compras!
www.jesusjarque.com (http://familiaycole.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario